domingo, 20 de septiembre de 2009

La mujer gorda como sapo y rasgos parecidos a uno de estos,
se gano el odio de mí,
y más odio que hacia muchas cosas.
La mujer sapo se gano el odio de la bondad y de la moral.
Mientras caminaba como saltando por su gran peso miraba
con cara roja a la niña que caminaba a su lado,
niña pura jugando con una melodía dulce en sus labios de corta edad.
La mujer sapo con toda la injusticia tiro los mechones negros del pelo de la niña con fuerza,
la niña grito y lloro, grito y lloro
la mujer gano mi odio y mi desprecio más profundo,
cuando la niña se zafo de las manos de ese animal tan repulsivo,
la mujer sapo con sus manos verdes y resbaladizas
golpeo de nuevo el rostro casi angelical
lleno de lágrimas y dolor.
Y yo temo mucho esto, temo por esa niña,
Temo que tenga que vivir la maldición que yo viví.